Sobre la miel china y la opacidad de algunos envasadores

Hace años que consumo miel a diario para endulzar las bebidas calientes, el café por la mañana y la infusión por la tarde. Si tengo que usar azúcar procuro que sea de caña integral, es decir, azúcar moreno del bueno.

Esta elección, además de basarse en lo puramente personal (me gusta más el sabor de la miel) se basa en el aporte que ofrece la miel en relación al azúcar, ya que si bien el nivel calórico es similar en ambos productos, la miel contiene minerales, vitaminas y otros nutrientes. Mientras que el azúcar (sobre todo el refinado) solo aporta calorías al organismo. Poco más.

La polémica de la miel China

Normalmente suelo prestar atención a las indicaciones que figuran en los envases en relación a la procedencia de los alimentos. La trazabilidad de los productos que consumimos es algo a lo que todos deberíamos prestar atención. Sin embargo en el caso de la miel no me había parado a mirar detenidamente la etiqueta hasta que un conocido me puso sobre aviso. Y es que uno tiende a pensar de forma ingenua que algo tan orgánico como la miel tiene por obligación que proceder de España o al menos de la UE. Craso error.

China es uno de los mayores productores de miel del mundo y a su vez uno de los mayores exportadores. El precio de la miel procedente de China es evidentemente muy inferior al de España. La calidad también.

A mediados de la pasada década pesaba sobre la miel de origen chino un embargo que impedía su districubión en la UE, ya que los restos de antibióticos y otras sustancia prohibidas encontradas en la miel procedente del pais asiático suponían un riesgo para la salud de los consumidores. Posteriormente, y tras la supuesta implantación de ciertos controles y certificaciones en origen, se retiró el embargo. A pesar de ello muchas organizaciones de productores y consumidores españoles y europeos han venido alertando sobre el peligro que esto supone, ya que en China sigue estando permitido el uso de productos fitosanitarios y antibióticos prohibidos en la Unión Europea.

Los apicultores locales se quejan de que gracias a la complicidad de algunos envasadores, el consumidor final termina recibiendo en la mayoría de los casos miel española mezclada con miel china en una proporción desconocida.

Fuente; Plusvino 2012