Para los que practicamos la apicultura ecológica nos queda el reto de ir
más allá, e incluir las buenas prácticas de la apicultura biodinámica en
nuestra forma de entender a las abejas. Eso sí, ¡ se requiere una mente
abierta!
Hacemos un resumen de lo que a nuestro entender es importante en esta
filosofía cuyas bases científico-espirituales fueron establecidas por
Rudolf Steiner (1861-1925), dentro de un marco que incluía la comprensión
del mundo y del ser humano.
La agricultura biodinámica se basa en el conocimiento de la tierra, las
plantas, los animales y el hombre, que trabajan conjuntamente en un “organismo
agrícola”. Además de una gestión de lo más respetable con el entorno, se
utilizan unos preparados que tienen en cuenta las influencias cósmicas. Nuestro
planeta Tierra está dentro del sistema solar, y por tanto, las fuerzas
planetarias influyen en las plantas, y en las personas. Las labores de campo
deben tener en cuenta este hecho y planificarse para realizarse en el mejor
momento posible, para poder desarrollar todo su poder nutritivo y fuerza
reproductora. Los preparados de estiércol en cuerno de vaca y de sílice en
cuerno sirven para llevar a cabo las ideas anteriores. Y otras plantas
sanadoras, cuyas preparaciones se añadirán al compost, servirán también
al fin de armonizar el conjunto (milenrama, manzanilla, ortiga, corteza de
roble, diente de león, valeriana y cola de caballo). El ser humano necesita
comer alimentos que se hayan cultivado con una fuerte conexión con el elemento
tierra.
A la hora de sentarnos a comer, debemos tener en cuenta las siguientes
etapas:
a) Contacto espiritual con el alimento. Plena conciencia de la necesidad
de alimentarnos, y ser agradecidos por tenerlo. Preparar un entorno físico y
psíquico adecuado para este momento.
b) Contacto sensorial físico-anímico. Se comienza degustando por
los sentidos externos, percibimos los aromas, colores…
c) Contacto vital. Comenzando en la boca, añadimos olfato al gusto. Ser
conscientes de la masticación. Alimentos frescos, cercanos, equilibrados, de
temporada, aumentarán su energía al ser consumidos con atención, que
necesitaremos para estimular nuestra voluntad.
Apicultura biodinámica: se entiende que
plantas, abejas, apicultor, y entorno se encuentran interconectados. El mundo
vivo debe experimentarse, conectando su alma con la tierra, las plantas y las
abejas y permitiendo que la colmena reciba la fuerza cósmica.
Los movimientos de rotación de la Tierra alrededor del sol, crean unos
ritmos ascendientes y descendentes, que también influyen sobre las abejas, como
parte de la Naturaleza, mostrándose en la calidades de la miel y sus cantidades.
El principio marcado para los apicultores biodinámicos está claro: su
trabajo debe estar orientado a obtener las condiciones naturales en la colmena.
Concretando, se debe permitir a las abejas construir sus panales de
manera natural y basándose en la enjambrazón natural para que todo
funcione. La presencia de abejas está más que recomendada en las fincas
deméter. Las colmenas deben construirse sólo con materiales naturales como
madera, paja o arcilla. Desinfección con llama, nada de pinturas sintéticas
dentro o fuera de la colmena.
No se permite alimentación estimulante, se analiza la cera para ver su
nivel de pureza y se permiten muchas de las buenas prácticas de la apicultura
ecológica.
Para saber más consulta la normativa del sello deméter sobre apicultura.
Fuente; mielecologicafabus
Apicultor
Ing. Vicente Giner
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