10/10/17

La contaminación ambiental dificulta el trabajo de las pecoreadoras.

Según diferentes estudios, los contaminantes del aire interactúan con los olores emitidos por las plantas, que los insectos polinizadores utilizan para localizar los alimentos necesarios y en consecuencia confunden a las abejas, lo que implica el aumento del tiempo de pecorea y disminuye la eficacia de la polinización.
Estas interacciones químicas con los contaminantes del aire disminuyen la “vida” de las moléculas aromáticas de las plantas y las distancias que recorren (en condiciones normales las corrientes de aire las pueden arrastrar cientos de metros).
“Cada insecto tiene un umbral de detección para ciertos tipos de olores y encuentran las fuentes de comida al pasar cerca de las áreas de alta concentración” señaló José Fuentes, profesor de Meteorología y Ciencias de la Atmósfera, de la Universidad de Pensilvania.
Los investigadores han intentado comprender cómo estas interacciones químicas, que comienzan con la presencia de contaminantes atmosféricos, afectarían la capacidad de las abejas para encontrar comida.
Primero calcularon los cambios en las concentraciones de aromas florales por las turbulencias del aire y las interacciones químicas utilizando una simulación por ordenador, lo que les permitió realizar un seguimiento de la concentración y el movimiento de múltiples columnas de olores de diferentes partes de flores a lo largo del tiempo.

Luego, los investigadores realizaron 90.000 simulaciones que representan los patrones de buscar comida y el movimiento de varias abejas en medio de diferentes niveles de olor modificados por la contaminación del aire y diluidos por la velocidad del viento.
Los investigadores comprobaron que por ejemplo, con 60 ppm (partes por mil millones) de los niveles de ozono, que la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos considera un nivel “moderado”, se producen los cambios químicos suficientes para confundir de forma importante a las abejas y obstaculizar su capacidad para identificar las columnas de aromas florales que necesitaban para localizar los alimentos.
Si en un entorno libre de ozono, el 20% de las pecoreadoras tardaron 10 minutos en encontrar una determinada molécula de aroma floral, cuando el ozono se elevó a solo 20 ppm, la misma cantidad de abejas tardó 180 minutos en encontrarlo.
Fuente: Portal Apicola

Apicultor, Ing. Vicente Giner

No hay comentarios:

Publicar un comentario